La start-up española Aglaris Cell tiene prácticamente listo para su comercialización el primer biorreactor del mundo que hace cultivos celulares de manera totalmente automática y sin recurrir a aditivos tóxicos como la tripsina. El dispositivo ha despertado el interés de la Universidad de Oxford y del gigante farmacéutico Merck.
“Vimos que los medicamentos vivos a partir de células madre se producían de forma muy manual y se nos ocurrió diseñar y desarrollar un biorreactor de cultivo celular que automatizara todo el proceso. Creemos que el segmento de las terapias basadas en células madre va a eclosionar en los próximos años y se va a convertir en un negocio muy prometedor”, indica Horna.
En el mercado hay otros biorreactores –señala el responsable– y algunos han logrado automatizar alguna de las fases del proceso, “pero el nuestro es el primero del mundo que realiza todas las etapas de forma totalmente automática”.
Para este tipo de cultivos hasta ahora se usaba normalmente un aditivo que se llama tripsina, que es tóxico para las células y elimina parte de las proteínas de la membrana. “A día de hoy se utiliza porque no existía otra alternativa, pero nuestra tecnología no necesita recurrir a este producto”, dice Horna.
“En cambio, nuestro desarrollo utiliza un método iterativo de cultivos celulares que permite automatizar por completo y sin necesidad de intervención humana los pasos de despegado y lavado de las células sin usar aditivos que aumenten la toxicidad. Esto lo hemos logrado usando superficies inteligentes que hacen posible la adhesión y desadhesión de las células en función de cambios en el ambiente”, explica el cofundador
Referencia Bibliográfica: http://www.agenciasinc.es/
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