"You can tell whether a man is clever by his answers. You can tell whether a man is wise by his questions."- Naguib Mahfouz

martes, 6 de mayo de 2014

Neurociencia para que los ordenadores entiendan la ironía del lenguaje humano

Blair Armstrong

La ‘ciencia computacional cognitiva’ servirá para que los ordenadores entiendan mejor los equívocos, dobles sentidos e ironías de la comunicación entre humanos. Blair Armstrong, investigador del Basque Center on Cognition, Brain and Language, ha publicado recientemente cinco investigaciones basadas en una combinación de neurociencia, psicología y computación
Los investigadores que estudian el cerebro emplean tecnologías de última generación pero deben sacar conclusiones a partir de datos parciales, como la intensidad del riego sanguíneo en una zona del cerebro, los impulsos eléctricos o la rapidez en las respuestas de las personas que participan en los experimentos. Es decir, pueden medir la actividad del cerebro, pero no saben exactamente qué está haciendo el órgano.
El cerebro es muy bueno y rápido en procesar el significado general de una palabra, pero necesita mucho más tiempo para resolver su significado específico
Los expertos esperan que en el futuro los avances en esta combinación de disciplinas permitirán a las máquinas comunicarse con los humanos del mismo modo en el que la especie lo hace entre ellos. Entre otras aplicaciones, estas investigaciones suponen un nuevo paso en la creación de la web semántica en la que los buscadores serán más capaces de entender los equívocos, dobles sentidos e ironías de la manera natural de comunicación entre humanos.
El objetivo de este campo de estudio es aprender la manera óptima de enseñarle habilidades nuevas al cerebro, por ejemplo en el aprendizaje de idiomas o en el aprendizaje de destrezas básicas después de problemas de salud como un infarto cerebral.
Según Armstrong, “la ambigüedad puede facilitar o dificultar la comprensión de un mensaje. El cerebro es muy bueno y rápido en procesar el significado general de una palabra, pero necesita mucho más tiempo para resolver su significado específico. Por eso las palabras ambiguas como ‘pico’ (que puede referirse a una montaña o a la boca de un ave) son más fáciles de procesar inicialmente que otras que solo tienen una interpretación”
Referencia Bibliográfica: http://www.agenciasinc.es/

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