La existencia de pequeños roedores y las cosechas en los asentamientos de los antiguos agricultores fueron las claves por las que los gatos salvajes se aproximaron a los humanos hace más de 5.000 años. Un estudio de restos fósiles de felinos en China señala que a diferencia del perro, que fue domesticado por cazadores recolectores siglos antes, la agricultura motivó la relación entre los gatos y las personas.
La amistad entre el gato y el hombre se originó hace más de 5.000 años, gracias a la agricultura, 14.000 años más tarde que la del perro.
El trabajo, publicado hoy en la revista PNAS, señala que los gatos salvajes se sentían atraídos por los roedores que vivían en las cosechas de los agricultores y por los alimentos de los asentamientos humanos. Fueron los primeros contactos hacia la domesticación felina en los que ambas especies se vieron beneficiadas.
Los científicos indican que esta situación hizo posible la domesticación de un animal nocturno, que no era social, y explica por qué los gatos fueron domados mucho más tarde que los perros. “Incluso si estos gatos no fueron domesticados, los datos confirman que vivían en las proximidades de los poblados y que la relación entre felinos y agricultores tenía beneficios mutuos", indica la Marshall.
El reciente estudio publicado hoy aporta las primeras evidencias precisas sobre los orígenes de esta relación. Para datar los restos óseos de los gatos, los investigadores estudiaron varios huesos de decenas de animales localizados en el yacimiento de Quanhucun.
Las pruebas de radiocarbono y el análisis de las huellas de carbono y nitrógeno demostraron que la raza de gatos salvajes encontrada se alimentaba de la cosecha de mijo cultivada por los agricultores.
“Las aldeas daban comida a los gatos pero los agricultores también se beneficiaron ya que los felinos cazaban roedores”
Hasta ahora se sabía muy poco del proceso de domesticación de los gatos ya que los restos óseos de estos animales raramente se encuentran en los yacimientos arqueológicos.
En 2004 se halló en Chipre un esqueleto de un gato salvaje que sugiere que esta relación pudo haber comenzado incluso hace más de 9.000 años en el norte de África y el Mediterráneo aunque las investigaciones aún no han añadido conclusiones claras. Las primeras teorías consideraban que la relación entre gatos y personas comenzaron en Oriente Próximo o en Egipto hace más de 4.000 años.
Referencia Bibliográfica: http://www.agenciasinc.es
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