Las emisiones del gas de la risa, óxido nitroso, provocan daños muy serios para el planeta. Según un informe presentado hoy por el Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente en la cumbre del clima de Varsovia, su mitigación proporcionaría beneficios de más de 160 mil millones de dólares al año, pero si no se toman medidas podría multiplicarse por dos en 2050.
Las emisiones de óxido nitroso (N2O), también conocido como gas de la risa, podrían duplicarse en el año 2050. Este gas tiene un alto potencial contaminante que influye directamente en la recuperación de la capa de ozono, por lo que podría agravar el cambio climático.
“Aunque no es tan frecuente en la atmósfera como el CO2 en términos de masa, N2O está lejos de ser un asunto chistoso con respecto al cambio climático y el daño que causa al ozono. Por el contrario, tiene un impacto desproporcionado sobre el calentamiento global, por su propiedades radiactivas y de larga vida en la atmósfera, que es en promedio de 120 años”, declaraba Achim Steiner, director ejecutivo del PNUMA durante la presentación del trabajo en la Conferencia de las Partes (COP19) de Varsovia.
Según este informe, el óxido nitroso es la emisión que más daña la capa de ozono; sin embargo, a menudo se pasa por alto.
El óxido nitroso es la emisión que más daña la capa de ozono
“Es el tercer gas de efecto invernadero más potente liberado a la atmósfera. El segundo es el metano”, añadía Jospeh Alcamo, científico jefe del PNUMA.
Un gas sin protocolo que lo regule
Este gas existe de forma natural en la atmósfera en pequeñas cantidades, pero las actividades humanas han aumentado sus concentraciones desde la revolución industrial.
Según los científicos, su reducción supondría el aumento de la productividad agrícola y ganadera, la mitigación de la pobreza, la mejora de la salud humana y la reducción de la degradación del medio ambiente.
La agricultura es, con mucho, la mayor fuente de N2O de origen humano (representa dos tercios de estas emisiones). Otras son la industria y la quema de combustibles fósiles, así como, la quema de biomasa y de aguas residuales.
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